''el mar borra por la noche. la marea esconde. es como si no hubiera pasado nunca nadie. es como si no hubiéramos existido nunca. si hay un lugar en el mundo en el que puedes pensar que no eres nada, ese lugar está aquí. ya no es tierra, todavía no es mar. no es vida falsa, no es vida verdadera. es tiempo. tiempo que pasa. y basta''.
A. Baricco

jueves, marzo 28

28 de marzo

Es posible ser una ermitaña sin los condicionamientos de la naturaleza salvaje. "Nada se compara con la soledad. Para ser completamente feliz sólo me falta alguien a quien explicárselo".

Todo puede ser un espectáculo, acompañado por los ruidos mundanos como banda sonora. Ahora, pájaros cuyo nombre desconozco. El golpe, y su eco, del agua que cae sobre el agua que espera, una fuente. También un poco de autopista, la que linda con el parque. 

Quisiera decir que los sonidos al interior de la mente también pueden ser revestidos de este silencio que esconde la vida, el tiempo que sigue sucediendo. Me temo que sería una mentira. La muestra son estas palabras, sobre este cuaderno, nacidas sobre un banco rodeado de húmedos musgos verdes. Cuando la información rebosa en la cabeza sólo queda la gracia de las perforaciones. No para permitir que se derrame. Más bien para que entre viento. O tormentas. Después de todo la erosión es un fenómeno eficiente, si bien lento.

El arte de perforar requiere minuciosidad, algo de desesperación y mucho ánimo. La procedencia de este último puede ser variada. Cada unx debe agenciarse su oasis.

No sé si hay algo más generoso que el cielo. Dicen que verlo durante veinte minutos cura un poco el corazón. Levantar la cabeza y afinar los ojos para recibir el regalo. 


¿Qué hacer con el infinito torrente de la melancolía?

Después de estos años mi cuerpo aún pequeño se siente fornido. Los aprendizajes ocupan superficie. A la vez, sin embargo, como por razón de artificio, se siente como esas hojas devoradas con elegancia por insectos. Esas que aún se mantienen enteras, sostenida su integridad por finos y delicados perdones -quizás por razones estéticas. Sentirse frágil, pienso, debe ser también una expresión de fortaleza. A fin de cuentas, reconocer los límites puede ser ingrato.

También se escucha gente, vivo entre ella. No soy ese otro tipo de ermitaña, pero pienso que sería capaz. Gozaría de compartir esa vida con mi gata. Ella sigue al cielo. Ofrecer el cuerpo acolchado para recibir el regalo.

Hay gente en el parque, adolescentes, extranjeros, aeróbicos, perros.

Es abril en la taiga de Tesson, eterno marzo en las tierras andaluzas. 


***

Escribo para vos aunque no lo sepas.

¿Sabrás así sobre la poesía que desprenden las flores caídas por las lluvias?

¿Podrás oír la sinfonía que el viento arranca a los setos, los pájaros, las personas?

¿Entenderás que la soledad realza la belleza de lo pequeño, lo quieto, lo vivo?

Estoy acá, en un parque, despidiéndome de las nubes de la tarde, agradeciendo por este otro día que quedará detrás y estas palabras que permanecerán, de alguna manera, durante un tiempo.



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realidad



soy mas grande ahora, sin duda mucho más grande y justo tengo anteojos.