''el mar borra por la noche. la marea esconde. es como si no hubiera pasado nunca nadie. es como si no hubiéramos existido nunca. si hay un lugar en el mundo en el que puedes pensar que no eres nada, ese lugar está aquí. ya no es tierra, todavía no es mar. no es vida falsa, no es vida verdadera. es tiempo. tiempo que pasa. y basta''.
A. Baricco

domingo, diciembre 19

también éramos los últimos

bueno, básicamente no sé cómo. dije que las rutas son eternas, llueve, resbala y eso me daba miedo por si se iba. le dije que para mí era el mundo. que, bueno, critiqué su existencia porque lo odiaba, odiaba que se fuera, se fuera siempre. y me prometiera paraísos post mortem. me dijo que mi vida era una mansturbación egoísta, que de mis palabras lo hueco era el sustento. que otras veces me nominaba a través de la constipación. le dije que me chupara un huevo. cuándo dejé que me ocupara intrínseca? se iba, se iba y yo menguaba de a miembros. detestaba verlo ser con otros. lo despreciaba, era nauseabundo. y sobre todo ridículo. había hecho lo mismo conmigo, claro. pero patético movía hasta sus manos. era, como siempre, como el de antes. y yo lo veía en las caras de todos, completamente vencidos. ridículos, sobre todo, ellas. a las que idiotas, yo también, suponía. él los transformaba poliédricamente porque no podía vivir sin este cuerpo. enroscadamente enfermos, también éramos los últimos. ah, no no, para qué?  te juro que ya deja de sangrar, es un ratito, de algún modo, dije. entonces el asco se iba, papá, viéndole ahí conmigo tan poco insomne, ese hálito último y dulce, de mucho amor que me daba.


realidad



soy mas grande ahora, sin duda mucho más grande y justo tengo anteojos.