en la sangre estaba el verbo
en la boca húmeda de la lluvia
en el mutismo.
en un mar inundado de cuerpos
en la grieta que devora nuestro obólico silencio.
ahí, supurando interminable.
sí.
sé mi psicotropo,
te dejo.
"lo hice para que las palabras se demoraran lo suficiente y no se enredaran en su propio sonido". L. Bodoc
soy mas grande ahora, sin duda mucho más grande y justo tengo anteojos.