''el mar borra por la noche. la marea esconde. es como si no hubiera pasado nunca nadie. es como si no hubiéramos existido nunca. si hay un lugar en el mundo en el que puedes pensar que no eres nada, ese lugar está aquí. ya no es tierra, todavía no es mar. no es vida falsa, no es vida verdadera. es tiempo. tiempo que pasa. y basta''.
A. Baricco

viernes, marzo 6


siempre fue un aoristo atemporal.
perfectivo y culminante.
no supe cómo nombrarlo
pero ahí estaba
en el medio de la intransigencia
exigiéndome una
interpretación
medianamente decente.

sugeriría incluso
que desistiera
que para-qué esforzarse
por la simple rareza
sin viabilidad de reconocimiento válido
creador y justificado
lo que de potencia hace al varón,
entendámoslo así.

hasta tal punto que
su existencia
era inmaterial
sólo argüible
en el plano del sintagma
esto es que

yo hay palabras que no digo.

entonces
respecto de la pregunta
pensaría en una praxis
bifronte
disruptiva
permanentemente
ajena
e itinerante.

y me reservo mi derecho de admisión y permanencia.

si te digo que no puedo extirpar toda esta potencia creadora?
que siento compresa, intrínseca,
como un regreso a la meiosis que me engendró

si te digo que sí, cada una de las veces me duele menos
pero que es una corrosión que sutura y
va desechando la memoria sensitiva
que claro, lo es todo.

cuando yo me vaya, sabés que no voy a volver.

pero no se trata de que ya no cojamos
sino del mundo que se abre

en ese espacio estás cómodo
lleno del tiempo
que siempre es hoy y otro

atomizabas
desinflamabas el pecho
y dudaste
y el claro comenzó a devorarse

qué puta me importa la muerte
si ya no hay el instante
aquel desde el que se inicia todo.

el viento sigue corriendo

el derrame

diseñó el momento para expandirse.
los sentó, les sirvió y abrió.
finamente se dispuso a manifestarse.
desplegó su yo tanto como el comedor le permitía.
explayó su mundo interno a un público disperso
para cuando comenzó a derramarse por las aberturas
ya no había distinciones entre los cuerpos
y entonces ya ni se trataba de palabras
sólo la asfixia de la sensualidad.

realidad



soy mas grande ahora, sin duda mucho más grande y justo tengo anteojos.