mireseme como desoyendo el orden
-
una a una las palomas se encimaban en una irrisoria orgía que pobres a la primera y a la última las dejaba insatisfechas
-
hormigas escarabajos víboras ratas se empeñaron con escrupuloso éxito en masticar los talones el codo el cuello extrañamente tu feto del que no te hablé quedó intacto ese verano
-
por algún motivo agrónomo ese verano los loros no comieron los higos negros rojos y blancos me senté a esperar pero habían muerto en primavera con los primeros ataques del viento los insecticidas y el viejo ornitófobo
-
con fruición kinestésica busqué en los ensordecedores movimientos de vaivén frenético del eucalipto protector de mi puerta un apabullante cataplasma para la contrariedad momentánea que me había apremiantemente callado durante las tres horas anteriores al estado de soledad en el que madre me había dejado
-
me había dejado cuando le dije que lo vi pasar ella vio cómo él la esperaba tres kilómetros más allá para saber si el nuevo año no la había encontrado mutilada o si el abandono al que según él ella lo había depositado era una realidad que se actualizaría al final de sus insolentes y cercanas vacaciones familiares
-
madre me había dejado yo era niñita y ella me dejaba a todos pero dijo ser como un gato que siempre había de volver y padre me había dejado a todos sí, confesaré cuando quieras escucharlo sin compadecerme por el azar que necesitaba creer que no, que ella siempre iba a volver
-
entre diez y quince pesos valieron mi hoy comprimida saciedad de estilo contenido registro información que sólo un desconocido podía darme sin tocarme