se habían ido transfiriendo a las cosas.
Les ocurría una crisis en los márgenes,
desarmándose se entremezclaban.
Ni siquiera les advenía el frío,
ese que delimita las magnitudes
que discrimina la mundanidad
caminaban recortándose, definiéndose
aún si hubiera habido humedad -novatos del concepto-
esa que tensiona los miembros
con el piso, las paredes, los troncos, las espinas
que fusiona la materia
los límites se transversalizaban
todo era pegajoso
las sustancias se espesaban
en una danza erótica, alucinante
tomaban colores, intensos
comprendían sensualmente
que se reconocían en una dimensión alterna
vaciándose y llenándose de Otros
eran un organismo
la comunidad se expresaba poco
y sin embargo no precisaban geometrías discursivas.
tocar a otros
-incapaces de segmentarse del todo-
era manosearse uno mismo y otro y la tierra
la alteridad se rompía
el tiempo ejecutaba su obra
mostrándoles cómo se derramaban los segundos
cómo se consumía el fuego
cómo vibraban las hojas
el sonido en efecto
se producía por el choque de volúmenes.
no importaba que fuesen ruidos,
silencios
palabras
cómo explicar que la piel
se comunicaba,
los músculos,
la madera, los caballos.
articulaban el grito universal -saliente de un no-lugar-
sumergiendo la intensidad en el agua.
aprendían cada objeto como materialización del recuerdo
Les preexistía el cuerpo.
Ellos eran los primeros hombres y se estaban conociendo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario